Donde esconderé tu amor,
para que no siga latiendo en mi corazón.
Donde hallaré las llaves para encerrar,
los recuerdos de mi vida.
Donde podré huir para que mi mente,
deje de llevarme a tu memoria.
Como dejar de sentir tus manos,
acariciando mi cuerpo,
si cierro los ojos, y aun te presiento.
Como podría acallar tu voz,
que resuena en mis sueños,
y hace estremecer mi cuerpo.
A donde iría yo,
para poder mirar tus ojos,
para sentirme de nuevo amada,
como solo tu has sabido hacerlo.
Hay días que me maldigo,
por no ser capaz de superar esto,
otros, le doy gracias a Dios,
por mantenerte vivo en mi recuerdo.
Mª Fernanda Pérez Barceló
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